Leyes
de Lashón Hará 3.3-4:
El
Jafetz Jaim de bendita memoria, en este segmento nos habla acerca del
humor, y nos dice que para que algo sea chistoso, depende en qué
lado del chiste estemos. Por
ejemplo: si en la oficina uno de los compañeros, hace un comentario
con respecto a ti, lo cual provoca que los presentes se rían, y
después dice con sinceridad: ¡Vamos, sólo fue un chiste!
Probablemente en el momento te reíste junto con ellos para no
parecer un amargado o no
sentirte avergonzado, quizá
te quedaste serio o te preocupaste. La realidad es que para ti el
comentario no fue divertido, porque sentiste que tenía parte de
verdad. El punto del Jafetz Jaim -con el sea la paz-, precisamente es
este, cuando una persona dice algo, y luego dice que fue una broma o
chiste, los sentimientos de
quien se habla son heridos, además de que su estima ha sido
rebajada.
Esto
es así, porque las palabras tienen poder, aun cuando se relate una
historia y no se digan nombres, sino que a través de otros detalles
el que escucha llega a identificar al sujeto de la historia, y se da cuenta que es él o algún familiar o amigo, esto lo hiere; no
importa si la historia no contiene información negativa, con el sólo
hecho de que haga aparecer al sujeto bajo una luz negativa, esta
prohibida externarla.
Cuando
se estudian las leyes de shemirat halashón con todo
detalle, se puede apreciar que HaShem bendito Es tiene desagrado
cuando Sus hijos son retratados con una luz negativa. A través de
esta leyes el Santo bendito Es, nos dice: “Todos ustedes son mis
hijos, por favor trátense unos a otros con sensibilidad y respeto”.
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