Leyes
de Lashón Hará 9.3-4:
El
Jafetz Jaim de bendita memoria nos cita otro ejemplo de alabanza que
debe ser evitado, este corresponde a publicar una acción de bondad
que alguien hizo por nosotros, como darnos un préstamo o un
donativo, haciéndole fama a quien nos ayudó, el resultado de esto
puede ser un perjuicio para quien nos ayudó, ya que probablemente lo
abrumen personas honestas y de todo tipo, que hayan escuchado esto con
peticiones similares, ya que quieren beneficiarse de su generosidad.
El
Jafetz Jaim -que la paz sea con él- nos informa que esta prohibido
vivir entre personas que hablan lashón hará, así como
también esta prohibido sentarse con gente así, aun si uno no tiene
la intención de escuchar sus conversaciones, e incluso llega a
aconsejar a los maestros de Torá
que si uno de sus alumnos es un baal lashón hará -D-s no
lo permita-, y el maestro no puede influir en su alumno para que
cambie, entonces, debe suspender al alumno. Esta ley esta basada en
un incidente del Talmud
(Sanhedrín 31b).
Si por casualidad uno se encuentra en compañía de un baallashón hará, esta
obligado a reprenderlo por hablar lashón hará y pedir que deje
de hacerlo. Sin embargo, uno debe de evaluar primero a quien esta
reprendiendo; ya que si es probable que responda incrementando su
lashón hará,
entonces no se debe reprender. Si parece que la reprimenda no va a
detener el lashón hará, y tampoco va a
ocasionar que se incremente, entonces uno esta obligado a reprender.
La
reprensión no es fácil, ya que pareciera que uno hace algo
embarazoso con una actitud petulante. Sin embargo, debemos de hacerlo
cuando estamos obligados, ya que de no hacerlo estamos siendo
cómplices en la transgresión. Cuando una reprimenda esta condenada
al fracaso, el
Jafetz Jaim nos aconseja cambiar el tema de conversación, esto es
más fácil de lo que pensamos, y nos
ayuda a lograr
el objetivo de alejar a la persona o grupo del lashón hará. También se
puede defender fuertemente a la persona de quien se habla. Haciendo
notar que quien habla no es posible que conozca toda la historia y
que sus comentarios están basados en rumores o interpretaciones de
otros, uno logrará sin necesidad de un reproche directo, hacer
que los oyentes duden de lo que escuchan.
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