Leyes
de Lashón Hará 10.4:
En este segmento el Jafetz Jaim
-que la paz sea con él- nos enseña que esta prohibido exponer una
transgresión, incluso para un propósito constructivo, a la gente
que frecuentemente comete la misma transgresión y no ve nada malo en
ello. La razón es obvia. Muy probablemente estarán de acuerdo con
el malhechor, y pueden reportarle lo que fue dicho acerca de él y al
hacerlo serían culpables de rejilut. Esto podría provocar una
riña a gran escala e incluso que un judío o no judío delate a otro, si estas
personas son de baja moral.
El Jafetz Jaim -que su memoria
sea de bendición- también se enfoca en una situación donde uno se
apresura a ayudar a un pariente cercano, es importante que en esta
situación los siete requerimientos de toélet se cumplan, ya
que si no se cumplen, no importa si tu padre te pide que te involucres
en el asunto, lo tienes absolutamente prohibido. Aquí muchos
tropiezan, ya que si escuchan que un miembro de la familia esta
involucrado en una disputa, corren a defenderlo sin verificar la
verdad de los reclamos o de la situación. Inmediatamente declaran la
guerra, pensando que es una mitzvá. Con esta pautas se puede
identificar el origen de muchas disputas: 1. Alguien toma parte en
una disputa sin cuestionárselo, usualmente por lealtad a un amigo
cercano o familiar; 2. Su enojo esta alimentado por la indignación
de que el amigo o familiar fue agraviado; 3. No cumple las
condiciones de lashón hará letoélet.
Siguiendo
la leyes de 'toélet' fielmente, eliminaremos las disputas
innecesarias y el odio infundado que se deriva de ellas.
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