Leyes
de Lashón Hará 7.9:
El
Jafetz Jaim de bendita memoria, ahora nos va hablar del concepto de
la halajá
de mesiáj lefí tumu,
el cual le otorga a un comentario casual el estatus de testimonio en
el bet din.
Uno de los casos cuando esto aplica, es cuando una persona va al
extranjero o a la guerra, y no regresa, y alguien casualmente dice
que vio que tal persona fue muerta. En estas situaciones específicas
tales comentarios pueden ser usados para permitir que la esposa del
hombre desaparecido se case nuevamente. La lógica que se aplica, es
que quien habló no tiene ningún motivo aparente para haberlo hecho,
por lo que, puede asumirse que es verdad.
Sin
embargo, en referencia a aceptar lashón hará,
este principio no tiene peso. Si en una conversación, alguien
menciona inocentemente información negativa, no tenemos permitido
creerla. Si el que habla menciona una situación en la que alguien es
puesto en evidencia de manera desfavorable, se nos obliga a buscar
otra perspectiva diferente de lo que pudo haber pasado y, por lo
tanto, juzgar a la persona favorablemente. En general, cuando
recogemos información negativa del comentario inocente de alguien,
estamos obligados a ignorarla. El Talmud
nos dice que es peor insultar a alguien que dañarlo económicamente.
El Talmud
explica: “Las
palabras hirientes afectan al propio ser de quien se habla, mientras
que la pérdida económica afecta solamente su dinero, de tal manera
que al ocasionar una pérdida económica podemos restituir el dinero
perdido, mientras que al decir palabras hirientes la restitución no
es posible”.
El
principio enunciado en este segmento, no es
útil para conceder a alguien un reclamo monetario basado en un
comentario casual. Por lo que, se entiende de esto que esta
prohibido, emplear este tipo de comentarios para insultar a alguien.
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