30 JESHVÁN

Leyes de Lashón Hará 7.3-4:

El Jafetz Jaim de bendita memoria nos ofrece otra razón para no creer el lashón hará que se ha dicho en nuestra presencia. Cuando una persona habla lashón hará transgrede el mandamiento negativo de: No pregonarás maledicencia (Vayikrá 19.16)”. Poniéndose de esta manera en la categoría de rashá. Como rashá sus palabras carecen de credibilidad y podemos sospechar que esta mintiendo, exagerando y distorsionando la verdad. Además de que esta diciendo información negativa de alguien que se asume que es íntegro (esto es considerando que la persona es temerosa de D-s y busca cumplir con los mandatos del Santo bendito Es), por lo que no debemos aceptar sus malvadas palabras como un hecho. Si llegásemos a escuchar la misma información de dos personas o más que están en la categoría de malvadas reshaim, podemos estar más inclinados a creerla, esto no esta permitido, porque la gente malvada dice palabras malvadas, por lo que el número de los que digan o atestigüen tal información no importa. Esto también es así, cuando las personas que hablan no son reshaim. De tal forma que si se recibe un reporte negativo de alguien, el cual puede ser útil para un negocio que estamos por hacer, no se nos permite creer tal información, como un hecho; sin embargo, tenemos permitido protegernos en base a la información recibida. Esto es así, porque sólo en el bet din tiene validez el reporte de dos personas, ya que fuera de este no se puede calificar a nadie como un testigo falso.

Lo anterior también se aplica cuando circula en la ciudad el reporte de una persona temerosa de D-s y cumplidora de sus preceptos, tal como un judío o un noájida, sobre un crimen que aparentemente cometió, uno no tiene permitido creer tal información. Esto también se aplica a reportes en los diarios o en otro tipos de medios; sólo podemos utilizar tal información para propósitos constructivos, procediendo con las precauciones pertinentes. Sin embargo, hay ocasiones en las que podemos creer reportes negativos. Cuando circulan rumores abundantes en relación a cierta persona por un período de tiempo, diciendo lo varios actos pecaminosos que cometió, al punto de que ya no es percibido como una persona temerosa de D-s y cumplidora de Sus preceptos, entonces esta permitido creer el reporte. No se nos exige creer que la comunidad se ha equivocado una y otra vez en relación al mismo individuo.