Leyes
de Lashón Hará 8.1-2:
En esta sección el Jafetz Jaim
-que la paz sea con él- se enfoca en las personas implicadas en el
pecado de lashón hará: el que habla, el que escucha y el
sujeto. Nos advierte de que uno no tiene permitido hablar lashón hará de los parientes, incluyendo al propio cónyuge. Esto es
porque muchos piensan que la mayor parte de una plática negativa no
esta malintencionada, sino que sólo expresa desaprobación, esto no
esta permitido por la halajá. De tal manera que si un miembro
de la familia comete un error, uno no tiene derecho a “poner el
asunto sobre la mesa” para discutirlo abiertamente. Por supuesto
que si el reporte es letoélet, esta permitido, esto sobre
todo cuando algún hermano ha hecho algo no bueno y esto debe ser
reportado a los padres. Para esto se deben cumplir las siete
condiciones de toélet. Una de las condiciones es que quien da
el reporte no debe guardar rencor contra el sujeto y no este contando
el lashón hará para denigrarlo. Desafortunadamente esta es
muchas veces la motivación de los hijos, cuando informan las malas
acciones de sus hermanos. Este tipo de lashón hará puede ser
extremadamente dañino para la unidad familiar; los muchos controles
erigidos por la halajá nos ayudan a proceder con cautela a
medida que nos acercamos a esta peligrosa área.
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