lunes, 2 de diciembre de 2013

29 KISLEV

Leyes de Rejilut 1:1-2:

Con este segmento empezamos la segunda parte del Sefer Jafetz Jaim, el cual se dedica a hiljot rejilut. El Jafetz Jaim de bendita memoria nos presenta el versículo que prohíbe explicitamente el rejilut: “No pregonarás maledicencia entre tu pueblo” (Vayikrá 19.16). Esta transgresión a destruido muchas almas en el pueblo judío, en la bendita Torá este mandamiento esta seguido por: “No te quedarás parado mientras se derrama la sangre de tu hermano”. Las palabras de maledicencia, que causan sufrimiento y odio, tienen el poder de difamar y destruir familias, amigos y comunidades. Tenemos un caso en el Tanaj, en el libro del profeta Shemuel donde David HaMelej se esconde de Shaul HaMelej entre los Kohanim y Doeg HaEdomí le informa a Shaul HaMelej que Ajimélej el Kohen Gadol le había otorgado refugio a David, tras lo cual Shaul HaMelej acepta el reporte malvado de Doeg y ordena que maten a todos los kohanim de Nob. Tal es el poder de rejilut. Un rajil, es un pregonador de maledicencia, este individuo va de persona en persona diciendo: ¿Escuchaste lo que X dijo de ti? ¿Escuchaste lo que X te hizo? ¿Escuchaste lo que X te quiere hacer?

El Jafetz Jaim -con él sea la paz- nos dice que aun cuando si la información reportada no es inherentemente negativa y el sujeto mismo lo admite libremente, aún así es rejilut. Se considera rejilut aun cuando las palabras de la persona o sus acciones son absolutamente justificables. Esto es así, porque el rejilut crea un antagonismo, ya que aunque se hable de algo correcto, el hecho de hacer esto crea un resentimiento que causa el reporte. Esto es producto de sentirse atacado. Proviene de descubrir que alguien estuvo hablando de ti. Piensa en tu propia reacción, ese instante de enojo que surge al escuchar que alguien ha criticado tu desempeño en cierta área.

La bendita Torá reconoce la terrible destrucción que el conflicto causa dentro de Klal Israel. La desunión nos descalifica de recibir las bendiciones de HaShem. El rejilut fomenta el conflicto y crea divisiones entre semejantes que a veces son irreparables. Las leyes de shemirat halashón son el regalo que HaShem -Bendito Es- preparo para preservar el amor y la unidad. Si las seguimos seremos una fuente de bendición para nosotros mismos, nuestros seres amados y toda la humanidad.

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