Leyes
de Rejilut 1:1-2:
Con este segmento empezamos la
segunda parte del Sefer Jafetz Jaim, el cual se dedica a
hiljot rejilut. El Jafetz Jaim de bendita memoria nos presenta
el versículo que prohíbe explicitamente el rejilut: “No
pregonarás maledicencia entre tu pueblo” (Vayikrá 19.16).
Esta transgresión a destruido muchas almas en el pueblo judío, en
la bendita Torá este mandamiento esta seguido por: “No
te quedarás parado mientras se derrama la sangre de tu hermano”.
Las palabras de maledicencia, que causan sufrimiento y odio, tienen
el poder de difamar y destruir familias, amigos y comunidades.
Tenemos un caso en el Tanaj, en el libro del profeta Shemuel
donde David HaMelej se esconde de Shaul HaMelej
entre los Kohanim y Doeg HaEdomí le informa a Shaul
HaMelej que Ajimélej el Kohen Gadol le había otorgado
refugio a David, tras lo cual Shaul HaMelej acepta el reporte
malvado de Doeg y ordena que maten a todos los kohanim de Nob.
Tal es el poder de rejilut. Un rajil, es un pregonador
de maledicencia, este individuo va de persona en persona diciendo:
¿Escuchaste lo que X dijo de ti? ¿Escuchaste lo que X te hizo?
¿Escuchaste lo que X te quiere hacer?
El Jafetz Jaim -con él sea la
paz- nos dice que aun cuando si la información reportada no es
inherentemente negativa y el sujeto mismo lo admite libremente, aún
así es rejilut. Se considera rejilut aun cuando las
palabras de la persona o sus acciones son absolutamente
justificables. Esto es así, porque el rejilut crea un
antagonismo, ya que aunque se hable de algo correcto, el hecho de
hacer esto crea un resentimiento que causa el reporte. Esto es
producto de sentirse atacado. Proviene de descubrir que alguien
estuvo hablando de ti. Piensa en tu propia reacción, ese instante de
enojo que surge al escuchar que alguien ha criticado tu desempeño en
cierta área.
La
bendita Torá reconoce
la terrible destrucción que el conflicto causa dentro de Klal Israel. La desunión nos
descalifica de recibir las bendiciones de HaShem.
El rejilut fomenta el
conflicto y crea divisiones entre semejantes
que a veces son irreparables. Las leyes de shemirat halashón son el regalo que
HaShem -Bendito Es-
preparo para preservar el amor y la unidad. Si
las seguimos seremos
una fuente de bendición para nosotros
mismos,
nuestros
seres amados y toda la humanidad.
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