Tehilim_16_19

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    --- TEHILIM 16 ---
1UN MIJTAM DE DAVID. Protégeme, Dios, porque en Ti me he refugiado. 2Le dije a HaShem: “Tú eres mi Señor, mi benefactor. No hay nadie sobre Ti”. 3En cuanto a los santos y a los fuertes que hay en la tierra, toda mi voluntad está con ellos. 4Que se multipliquen los sufrimientos de aquellos que van detrás de otro (dios). No tomaré parte en sus libaciones ni pronunciaré sus nombres con mis labios. 5HaShem es mi herencia asegurada y mi parte. Tú guías mi destino para que reciba mi porción. 6Las partes que he recibido han sido placenteras, y también lo es la heredad que recibí. 7Bendeciré a HaShem que me ha aconsejado, aun en las noches que mi conciencia me ha reprendido. 8He puesto a HaShem delante de mí siempre. Porque cuando Él está a mi diestra no caigo. 9Por eso mi corazón se regocija, mi alma se alegra y también mi cuerpo estará tranquilo. 10Porque no abandonarás mi alma en el abismo; no dejarás que Tu piadoso vea el pozo. Enséñame el camino de la vida. La abundancia de alegrías que hay junto a Tu presencia, los placeres que hay en Tu diestra siempre.

    --- TEHILIM 17 ---
1UNA PLEGARIA DE DAVID. Escucha, HaShem, la justicia. Presta atención a mi clamor, atiende a mi plegaria, que no es con palabras falsas. 2Que mi juicio venga de Ti, que Tus ojos vean mi rectitud. 3Ya has purificado mi corazón al visitarlo por la noche. Me has probado y nada has encontrado. Mi pensamiento no contradice mi boca. 4En las acciones humanas (he actuado) de acuerdo a las palabras de Tus labios. Me he cuidado de las sendas del corrupto. 5Sostén mis pasos en Tus senderos, para que no tropiecen mis pies. 6Te he invocado para que me respondas, Dios, Inclina hacia mí Tu oído; escucha lo que digo. 7Revela Tus bondades, salva a aquellos que en Ti se refugian, de los que se levantan contra Tu diestra. 8Cuídame como la niña de Tus ojos. Protégeme a la sombra de Tu alas, 9de aquellos malvados que me despojaron; (de) mis enemigos de muerte, que me rodearon. 10Su grasa los ha recubierto; sus bocas hablan con soberbia. 11Nuestros pasos ahora quieren cercar, sus ojos fijaron para merodear por la tierra. 12Se asemejan al león que desea su presa, como el cachorro que acecha escondido. 13Levántate, HaShem, sal a su encuentro, somételo. Libra mi vida del malvado que es Tu espada, 14de las personas que son Tu mano, HaShem, de aquellos mortales de este mundo que viven para este mundo. Pero en cuanto a Tus atesorados (los justos), llena sus vientres, que sean colmados de hijos, y que tengan lo que dejarle a sus pequeños. 15Y yo, con justicia, me presentaré ante Ti despierto, me colmaré de Tu gloria.

--- TEHILIM 18 ---
1PARA EL MENATZÉAJ, del servidor de HaShem, de David, quien dirigió a HaShem las palabras de esta canción, en el día que HaShem lo salvó de la mano de todos sus enemigos y de la mano de Shaúl. 2Y dijo: Te amo, HaShem, mi fortaleza. 3HaShem, mi protección; mi fuerte, y mi liberador; mi Dios, mi Hacedor, en Quien yo me refugio, y el poder de mi salvación, mi baluarte. 4Con alabanza invoqué a HaShem, y de mis enemigos fui salvado. 5Me han acorralado con dolores de muerte, y mediante torrentes de villanos me han asustado. 6Con dolores del abismo me rodearon; me apretaron con lazos de muerte. 7En mi angustia invoqué a HaShem y a mi Dios supliqué; Él escuchó mi voz desde Su recinto, y mi clamor llego hasta Él, a Sus oídos. 8Entonces la Tierra se estremeció y tembló; los cimientos de las montañas tambalearon; se estremecieron a causa de Su furia. 9De Su nariz salió humo y de Su boca un fuego devorador; brasas fueron encendidas por Él. 10Inclinó los cielos y descendió con tinieblas bajo Sus pies. 11Él montó sobre un Querubín y se elevó, voló rápidamente sobre las alas del viento. 12Él hizo de la oscuridad Su escondite, como una cabaña alrededor de Él; mediante la oscuridad del agua de las densas nubes de los altos cielos. 13Por la brillantez delante de Él, granizo y brasas ardientes atravesaron Sus densas nubes. 14Y HaShem hizo tronar en los cielos. el Altísimo hizo escuchar su voz; y envió granizo y brasas ardientes. 15Les arrojó Sus flechas y los esparció. Disparó Sus rayos y los espantó. 16Y quedaron al descubierto las fuentes de agua, quedaron al descubierto los cimientos de la Tierra; por Tu reprimenda, HaShem, por el aliento del soplo de tu furor. 17Él envió desde las alturas para tomarme; Él me rescató de las poderosas aguas. 18Él me salvó de mi feroz enemigo, y de mis adversarios que superan mi fuerza. 19Me enfrentaron el día de mi desgracia y HaShem fue mi sostén. 20Él me sacó a la amplitud. Me rescató porque me quiere. 21HaShem me premió en virtud de mi rectitud; de acuerdo a la limpieza de mis manos me compensó. 22Porque yo he seguido los caminos de HaShem, no he actuado maliciosamente respecto de mi Dios. 23Todos Sus juicios están delante de mí, y de Sus leyes no me he apartado. 24He sido íntegro con Él y me he cuidado de la transgresión. 25HaShem me ha retribuido según mi mérito; y a la limpieza de mis manos ante Sus ojos. 26Con el piadoso Tú eres piadoso, y con el hombre íntegro Tú eres integro. 27Con el hombre puro actúas con pureza y al perverso Tú le retribuyes con malicia. 28Porque Tú, a los humildes salvas; pero a los ojos altivos humillas. 29Pues Tú enciendes mi lámpara; HaShem, mi Dios, alumbra mi oscuridad. 30Porque contigo puedo quebrantar las barreras. Con Dios cruzaré las murallas. 31Él camino de HaShem es perfecto. La palabra de HaShem es pura. Él es escudo de todos los que en Él se refugian. 32¿Pues quién es Dios fuera de HaShem? ¿Y quién es Hacedor fuera de nuestro Dios? 33Él es el Dios que me ciñe de fuerza y que hizo íntegro mi camino, 34Él hace que mis pies sean como los de las gacelas, y me yergue en las alturas. 35Prepara mis manos para la batalla, y mis brazos para doblar un arco de bronce. 36 Me diste el escudo de Tú salvación, y Tu diestra me ha asistido y has incrementado Tú humildad conmigo. 37Tú ensanchaste mi paso debajo de mí y mis talones no resbalaron. 38Yo perseguí a mis enemigos y los alcancé, y no regresé hasta destruirlos. 39Yo los golpeé y no pudieron levantarse, cayeron bajo mis pies. 40Me has ceñido de fuerza para la batalla. Haz hecho que venza a quienes se levantaron contra mí. 41Me has concedido la espalda de mis enemigos. A mis adversarios he aniquilado. 42Ellos suplicaron, pero no tuvieron quien los salve, (suplicaron) a HaShem, pero Él no les respondió. 43Los pulvericé como el polvo ante el viento; los arrojé como el lodo de la calle. 44Tu me has liberado de las contiendas con los pueblos, me has hecho líder de naciones; un pueblo al que no conocí me sirve. 45Apenas escuchan (mi orden), ellos me obedecen; los extranjeros me han negado (su maldad). 46Los hijos de los extraños se consumieron y quedaron inválidos por su confinamiento. 47¡HaShem vive! Bendito es mi protector. Enaltecido sea el Dios de mi salvación. 48Él Dios que me concede la vindicación y somete a los pueblos debajo de mí. 49Tu me rescatas de mis enemigos. Sobre mis adversarios me elevas. Me salvas del hombre violento. 50Por eso Te loaré entre los pueblos ¡HaShem!, y a Tu nombre cantaré. 51Engrandece las victorias de su rey y hace el bien a Su ungido, con David y con su descendencia, por siempre.

--- TEHILIM 19 ---
1PARA EL MENATZÉAJ, un Salmo de David. 2Los cielos declaran la gloria de Dios, y la obra de Sus manos proclama el firmamento. 3Día a día se transmite el dicho. Noche a noche se anuncia la sabiduría. 4Sin dichos, sin palabras, sin que sus voces se perciban. 5Por toda la Tierra resuenan sus acordes, hasta los confines de la tierra llegan sus palabras. Para el sol, Él hizo una tienda con ellos. 6Y Él es como un novio que sale de su palo nupcial; como el hombre fuerte deseoso de recorrer su camino. 7En un extremo del cielo está su salida y su órbita alcanza el otro confín; nadie escapa de su calor. 8La Torá de HaShem es íntegra, restablece el alma. La palabra de HaShem es verdadera, hace sabio al simple. 9Los decretos de HaShem son justos, alegran el corazón. La instrucción de HaShem es clara, ilumina los ojos. 10El temor a HaShem, cuando es puro perdura para siempre. Los juicios de HaShem son verdad, todos son justos. 11Más preciosos que el oro; más que el oro muy fino, y más dulces que la miel, que la miel virgen. 12También Tu servidor es cuidadoso con ellos; por guardarlos hay una gran recompensa. 13¿Quién pudiese advertir los errores? De los errores que están ocultos, límpiame. 14También de los pecados voluntarios libera a Tu servidor. Que no me dominen, y entonces me perfeccionaré y me purificaré de las graves ofensas. 15Que sean gratas las palabras de mi boca y los pensamientos de mi corazón ante Ti, ¡HaShem!, mi Hacedor y mi Redentor.

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