Tehilim_39_43


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--- TEHILIM 39 ---
1PARA EL MENATZÉAJ, para Yedutún, un salmo de David. 2Le dije: “Cuidaré mis caminos y no pecaré con mi lengua; cuidaré mi boca con un bozal mientras el malvado este delante de mí”. 3Me hice mudo, estuve en silencio, me callé de hablar el bien y mi dolor se intensificó. 4Mi corazón está caliente dentro de mí, en mis pensamientos arde el fuego, entonces hablé con mi lengua. 5HaShem, hazme saber mi fin, y la medida de mis días, cuál es, así sabré cuan efímero soy. 6He aquí que has hecho mis días como palmos, y mi vejez es como nada delante de Ti; ciertamente vanidad es todo hombre, y esta será su condición siempre. 7El hombre se dirige a la oscuridad, todo lo que persigue no es más que vanidad. Todo su tiempo es acumular riquezas ignorando quién la recogerá. 8Y ahora ¿Qué deseo, Señor mío? Mi anhelo eres Tú; 9Salváme de todas mis transgresiones, en la vara del infame no me conviertas. 10Me he mantenido en silencio, no he abierto mi boca, pues Tú eres Quien lo ha hecho. 11Elimina de mí las heridas que infligiste, por los golpes de Tu mano me he consumido. 12Con reprimendas, por la iniquidad Has castigado al hombre; y deshaces como una polilla su cuerpo. Sin duda, todo hombre es vanidad siempre. 13Escucha mi plegaria, HaShem, y a mi clamor presta atención. No calles a mis lágrimas, pues he sido un extranjero contigo, un habitante como todos mis ancestros. 14Déjame para que pueda recuperarme, antes de que me vaya y ya no este más.

--- TEHILIM 40 ---
1PARA EL MENATZÉAJ, Un Salmo de David. 2He esperado mucho en HaShem, y Él se ha inclinado hacia mí y ha escuchado mi súplica. 3Y Él me sacó de un pozo tenebroso, del cieno espeso y puso mis pies sobre una roca, él afirmó mis pasos. 4Él puso en mi boca una canción nueva, una alabanza a nuestro Dios, para que muchos puedan ver y temer, y confíen en HaShem. 5Feliz es el hombre que hizo de HaShem su confianza, y no se volvió a los soberbios y los que recurren a la mentira. 6Has hecho grandes cosas, Tú, HaShem, Dios mío. Tus maravillosas acciones y Tus pensamientos son por nosotros; No hay nadie que se pueda comparar a Ti, aunque lo diga y lo relate, son más de lo que puedo contar. 7Ni sacrificio, ni oblación deseas; (me hiciste entender) al abrir mis oídos, un holocausto u ofrenda por pecado no Has solicitado. 8Entonces dije: “He aquí, yo he venido, con el rollo del Libro donde está escrito sobre mí”. 9Hacer Tu voluntad, Dios mío, yo he deseado, y Tus leyes están en mis entrañas. 10He proclamado (Tu) justicia en grandes congregaciones. He aquí, no he cerrado mis labios, HaShem, Tú lo sabes. 11Tú justicia no he ocultado dentro de mi corazón, he declarado Tu fidelidad y Tu salvación, no he negado Tu bondad y Tu verdad ante una gran congregación. 12Tú, HaShem, no me niegues Tu misericordia. Que Tu benevolencia y Tu verdad siempre me protejan. 13Incontables males me han llegado, mis transgresiones me han alcanzado, y no pude ver; son más numerosos que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me ha abandonado. 14Desea, HaShem, salvarme; HaShem, apresúrate en mi ayuda. 15Que los que buscan mi vida para cortarla sean avergonzados y frustrados juntos, que se retiren los que tratan de hacerme daño y sean humillados. 16Que sean confundidos después a causa de su vergüenza, los que dicen de mí: “¡Hurra, Hurra! 17Que se regocijen y alegren contigo todos los que Te buscan; que digan siempre: “Que HaShem sea Exaltado”, quienes aman Tu salvación. 18En cuanto a mí, soy pobre y necesitado, quiera mi Señor pensar en mí. Tú eres mi ayuda y mi libertador, Dios mío, no tardes.

--- TEHILIM 41 ---
    1PARA EL MENATZÉAJ, un Salmo de David. 2Feliz es aquel que piensa en el necesitado; en día de calamidad lo salvará HaShem. 3HaShem lo protejerá y preservará su vida, y será feliz en la tierra, Y Tú no lo entregarás a los deseos de sus enemigos. 4HaShem lo asistirá en el lecho de enfermedad; su lecho Tú aliviarás cuando esté en enfermedad. 5Le dije: “¡HaShem, apiádate de mí; sana mi alma, porque he pecado contra Ti!”. 6Mis enemigos hablan el mal contra mí: “¿Cuándo morirá, y perecerá su nombre?” 7Y si alguno llega a verme, habla sin sinceridad, su corazón junta maldad dentro de él, y cuando sale, habla de ella. 8Juntos, susurran en mi contra todos mis enemigos; contra mí traman el mal para mí: 9Que la maldad que hizo se pegue a él, y ahora que se acuesta, que no se levante más”. 10Incluso mi compañero en quien yo confiaba, el que comía de mi pan, ha levantado su talón en mi contra. 11Pero Tú, HaShem, apiádate de mí y levántame, y yo les dasu paga. 12A causa de esto sabré que Tú me deseas: si mis enemigos no gritan alegremente por mí; 13en cuanto a mí, a causa de mi integridad me sostendrás y me pondrás ante Ti por siempre. 14Bendito sea HaShem, el Hacedor de Israel, desde la eternidad y hasta la eternidad; amén y Amén.



--- TEHILIM 42 ---
    1PARA EL MENATZÉAJ, un maskil de los hijos de Kóraj. 2Como la cierva clama ansiosamente por arroyos de agua, así mi alma clama por Ti, ¡Dios! 3Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré y apareceré ante Tu presencia, Dios? 4Mis lágrimas han sido como mi pan, día y noche, al decirme mis enemigos todos los días: “¿Dónde está tu Dios?” 5Al recordar estas cosas, se estremece en mí, mi alma: cuando pasaba junto con la multitud, avanzando con ellos hacia la Casa de Dios; con voces de Júbilo y gratitud, con la multitud celebrando 6¿Por qué te abates, alma mía, y por qué te lamentas por mí? Ten esperanza en Dios, pues todavía Lo alabaré por las salvaciones que vienen de Su providencia. 7Dios mío, mi alma se abate en mí, porque yo Te recuerdo desde la tierra del Yardén, desde el Jermonim, y desde el Monte Mitzar. 8Un abismo llama a otro abismo a la voz de Tus conductos; todas Tus ondas y Tus olas han pasado sobre mí. 9Durante el día, HaShem ordena a su bondad, y de noche su cántico estará conmigo, una plegaria al Dios de mi vida. 10Le diré a Dios, mi protección “¿Por qué me has olvidado? ¿Por qué debo caminar en la oscuridad bajo la opresión del enemigo?” 11Como una espada en mis huesos, mis adversarios me injurian, diciéndome todos los días: “¿Dónde está tu Dios?” 12¿Por qué te abates, alma mía, y por qué te lamentas por mí? Espera en Dios, pues todavía Lo alabaré, por Sus salvaciones, porque es (la luz de) mi rostro y mi Dios.

--- TEHILIM 43 ---
    1HAZME JUSTICIA, Dios, y defiende mi causa. De gente infiel y de un hombre de engaño y maldad, sálvame. 2Pues Tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿Por qué me has abandonado? ¿Por qué debo caminar decaído a causa de la opresión del enemigo? 3Envía Tu luz y Tu verdad, que ellas me guíen, y me lleven al monte de Tu santidad, y al lugar de Tu morada. 4Entonces entraré al altar de Dios. Al Dios de mi alegría y de mi gozo; y Te alabaré con arpa, Dios, Dios mío. 5¿Por qué te abates, alma mía, y por qué te lamentas dentro de mí? Confía en Dios, pues aún he de agradecerLe, (porque) Él es mi salvación, (y la luz de) mi rostro, y mi Dios.

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