El
Jafetz Jaim de bendita memoria, nos dice que si juzgamos
favorablemente a nuestros semejantes, entonces en el cielo seremos
juzgados favorablemente. De tal manera que si buscamos excusas para
justificar el comportamiento de nuestro prójimo, los ángeles
Celestiales buscarán excusas para justificarnos. El mandamiento
escrito en Vayikrá 19.15: “Con
Justicia juzgarás a tu semejante”,
requiere que uno juzgue favorablemente y vea sus acciones bajo una
luz positiva. Si las circunstancias se pueden juzgar favorablemente
uno esta obligado a hacerlo así. Sin embargo, si la circunstancia se
inclina hacia una interpretación negativa, dice el Jafetz Jaim, es
completamente correcto mantener la mente abierta en ese asunto y no
decidir que la persona es culpable. Esto es cuando la persona es
considerada intermedia en el cumplimiento de los preceptos. En
cambio, si es conocida como temerosa de D-s, uno esta obligado a
juzgarla favorablemente, aun cuando las circunstancias se inclinen
hacia la culpabilidad.
La
bendita Torá exige tener paciencia con la gente que no vive de
acuerdo a nuestras expectativas. Al juzgar a otros favorablemente,
dice el Jafetz Jaim -que la paz sea con él-, que nos garantizamos a
nosotros mismos una gran recompensa en el Mundo Venidero, y nuestras
vidas en este mundo estarán libres de conflicto y de enojo al tiempo
que nos volvemos personas más amables y comprensivas.
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