miércoles, 16 de octubre de 2013

12 JESHVÁN

Leyes de Lashón Hará 4.3-4:

El Jafetz Jaim -que la paz sea con él- nos dice que la bendita Torá nos da las instrucciones de cómo percibir a la persona que ha transgredido, para que lo juzguemos favorablemente e interpretar su comportamiento de una manera positiva. De tal manera que si el sujeto es una persona promedio, que generalmente se cuida del pecado pero ocasionalmente transgrede, se debe atribuir su error a 3 cosas: 1. Lo pudo haber hecho accidentalmente; 2. No sabe que esta prohibido; 3. Piensa que el precepto es opcional, ya que piensa que esta reservado para gente estricta. Esta acción debemos tomar siempre que veamos a una persona transgredir varias veces, de esta manera la juzgaremos favorablemente, ya que esta prohibido sentir cualquier tipo de hostilidad hacia cualquier persona por lo que hallamos visto que haga.

En el caso de que una persona haya transgredido intencionalmente, y esto lo haya hecho de tal forma que no fue públicamente, y además sabemos que ese acto no es típico de la persona y probablemente lo hizo sólo por esta vez. Entonces tenemos prohibido revelar esa información, ya que la Torá exige que consideremos que hay la posibilidad de que la persona ya se arrepintió, ya que de no hacer esto, lo avergonzaríamos innecesariamente al hablar del suceso. La forma correcta de hablar con él e informarle al respecto,es acercarnos a ella en privado, hablándole amablemente y con respeto; de esta manera la persona se mostrará receptiva y lograremos que nos escuche, ya que notará que hay una preocupación genuina. Esto es así, porque la bendita Torá nos ordeno que no debemos reprender de forma ofensiva e insultante, como esta escrito en Vayikrá 19.17: “Reprenderás a tu compañero y no cargarás pecado por él”. Ahora bien si la persona que transgredió fue un sabio de la Torá, sería una transgresión enorme publicar su falta porque es muy seguro que ya se arrepintió.

Quizá pensemos que juzgar favorablemente puede ser un poco forzado e ingenuo. Sin embargo, esto es algo que hacemos frecuentemente, nuestra mente es una fábrica de justificaciones, ya que sin importar cuantas transgresiones hagamos, nos arreglamos muy bien para racionalizarlos, y de esa manera nos vemos bajo una luz positiva. De la misma manera nuestro Padre Celestial quiere que hagamos lo mismo con nuestro prójimo, que amemos a los demás como nos amamos a nosotros mismos. De esta manera cuando miremos al prójimo, estaremos viendo que esta involucrado en el cumplimiento de los preceptos, y con la ayuda de D-s nos acercaremos a ayudarle en aquellos en donde todavía comete errores ocasionalmente. De esta manera seremos también juzgados favorablemente en el cielo.

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