Leyes
de Lashón Hará 7.13-14:
Si alguna vez se te ha acercado
una persona que esta involucrada en una disputa monetaria,
probablemente te has dado cuenta que, en su opinión, su oponente
esta completamente equivocado sin ninguna justificación. Muy
posiblemente si hablas con la otra parte, encontrarás una persona
razonable cuyos reclamos en contra de la primera parte son igualmente
válidos. La causa de esto es que en las disputas económicas no hay
villanos, sino sólo malos entendidos y condiciones que no fueron
aclaradas apropiadamente desde el principio. Sin embargo, es natural
para las partes ver el asunto solamente desde su perspectiva. Este
hecho puede conducir a problemas importantes cuando las partes
ofrecen lo que ellos consideran pruebas obvias ante el bet din.
El Jafetz Jaim de bendita
memoria, nos dice que el bet din puede hacer uso de esa prueba
solamente si ellos pueden garantizar personalmente la validez de la
prueba o si dos testigos atestiguaron en el bet din la validez
de la prueba. En un caso así, el bet din tiene permitido
castigar realmente al demandado basado en la prueba provista. Es
lamentable cuando una comunidad sólo se basa en pruebas
circunstanciales y toma acción en base a una sola palabra. El Jafetz
Jaim -que la paz sea con él- nos informa que esta prohibido tomar
acción en contra de cualquier parte sin confirmar de primera mano la
evidencia o por medio de un testimonio válido en el bet din.
Por lo que, podemos concluir que creerle a un litigante, en base a su
palabra, es aceptar lashón hará, castigar a la otra parte,
basado en el lashón hará, es un pecado adicional; imponer
castigos físicos, sería una grave transgresión de una prohibición
de la Torá.
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