domingo, 10 de noviembre de 2013

6 KISLEV

Leyes de Lashón Hará 7.13-14:

Si alguna vez se te ha acercado una persona que esta involucrada en una disputa monetaria, probablemente te has dado cuenta que, en su opinión, su oponente esta completamente equivocado sin ninguna justificación. Muy posiblemente si hablas con la otra parte, encontrarás una persona razonable cuyos reclamos en contra de la primera parte son igualmente válidos. La causa de esto es que en las disputas económicas no hay villanos, sino sólo malos entendidos y condiciones que no fueron aclaradas apropiadamente desde el principio. Sin embargo, es natural para las partes ver el asunto solamente desde su perspectiva. Este hecho puede conducir a problemas importantes cuando las partes ofrecen lo que ellos consideran pruebas obvias ante el bet din.

El Jafetz Jaim de bendita memoria, nos dice que el bet din puede hacer uso de esa prueba solamente si ellos pueden garantizar personalmente la validez de la prueba o si dos testigos atestiguaron en el bet din la validez de la prueba. En un caso así, el bet din tiene permitido castigar realmente al demandado basado en la prueba provista. Es lamentable cuando una comunidad sólo se basa en pruebas circunstanciales y toma acción en base a una sola palabra. El Jafetz Jaim -que la paz sea con él- nos informa que esta prohibido tomar acción en contra de cualquier parte sin confirmar de primera mano la evidencia o por medio de un testimonio válido en el bet din. Por lo que, podemos concluir que creerle a un litigante, en base a su palabra, es aceptar lashón hará, castigar a la otra parte, basado en el lashón hará, es un pecado adicional; imponer castigos físicos, sería una grave transgresión de una prohibición de la Torá.

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