Leyes
de Rejilut 1.6-7:
El rejilut tiende a
aplicarse frecuentemente en el mundo de los negocios, porque es común
que clientes y vendedores trafiquen información para adelantar su
posición comercial. Un vendedor que busque caerle bien a sus
clientes puede revelar lo que sus competidores dicen respecto a ellos
o lo referente a lo que les han hecho en los negocios que han
realizado. De igual manera un empleado puede tratar de congraciarse
con su supervisor al informarle lo que sus compañeros de trabajo
dicen de él, posicionándose como aliado y confidente del mismo.
Cualquiera que sea el caso, se prohíbe hablar rejilut,
incluso si eso puede significar perder el trabajo. Si un empleado
esta siendo presionado por su supervisor para que revele rejilut
y su negativa lo pone bajo sospecha del presunto crimen, debe aceptar
las consecuencias y permanecer en silencio. Como el Jafetz Jaim -con
él sea la paz- señala, uno debe estar dispuesto a renunciar a todas
las posesiones que tenemos antes de transgredir un mandamiento
negativo. Uno no debe hablar rejilut aunque como consecuencia
de no hacerlo sea objeto de burla o vergüenza. A lo cual cita el
versículo de Shofetim 5.31: “Y los que le aman serán como
el poderoso sol naciente” refiriéndose a la persona que permanece
en silencio ante un insulto.
Previamente , el Jafetz Jaim
-que la paz sea con él- declaró que es mejor ser considerado un
tonto toda la vida en este mundo a ser considerado un malvado por un
sólo momento ante el Rey de reyes. De tal manera que si uno es
avergonzado o ridiculizado por rehusarse a hablar rejilut, uno
obtiene la distinción de ser llamado oheb HaShem. Aunque ahora es humillado, se le asegura que
finalmente será glorificado y no disminuido. Nuestros sabios le
aseguran esto a cualquiera que soporte un insulto en silencio. El
Jafetz Jaim de bendita memoria nos dice, que esto también se aplica
a aquél que sufre una desgracia por hacer una mitzvá; en
este caso la mitzvá de no hablar rejilut.
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