domingo, 8 de septiembre de 2013

4 TISHRÉ

Prefacio

El Jafetz Jaim de bendita memoria se pregunta: “¿Cómo es posible que la prohibición de la Torá de hablar lashón hará sea tan descuidada por tanta gente?”. Esto es porque la persona promedio, simplemente no se da cuenta que la prohibición de lashón hará se aplica incluso a la información que es verídica. Por lo tanto, todo lo que el Satán necesita hacer es presentar información como si fuera verídica y la mayoría de la gente la repetirá fácilmente a pesar de que, de acuerdo a la halajá, semejante plática esta prohibida. Para las personas que son más eruditas, el Satán usa una estrategia diferente: convence a la persona que el sujeto de quien se habla negativamente es una persona malvada, por lo que es correcto que se hable lashón hará de ella o que la información no se considera lashón hará. Si esta táctica falla, el Satán usa una táctica opuesta. Causa que la persona se preocupe en demasía de las palabras que va a decir, de tal manera que cree que todo cuanto dice es lashón hará, aún cuando no lo es. Por lo que la persona llega a la conclusión de que la única forma de salvarse de esto, es no hablar del todo. Y dado que la mayoría de las personas están involucradas en conversaciones muchas veces al día, la única solución aparente es ignorar la leyes de lashón hará, porque son imposibles de cuidar.

Una vez que el Satán ha convencido a la gente de hablar lashón hará, va desplegando su red de información falsa para atraer a la gente a escuchar lashón hará, basándose en su falta de conocimiento de la halajá. Es por esto que la transgresión de hablar lashón hará se ha empequeñecido a los ojos del mundo. Las personas se han acostumbrado a hablar sin mesura, contrariamente a los establecido por la Torá. Eventualmente, el lashón hará ha dejado de considerarse como algo no bueno, permitiendo así, que conversaciones amargas y perjudiciales se vuelvan aceptables, al no tomar conciencia del terrible pecado que representan.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario