Leyes
de Lashón Hará 5.5-6:
El Jafetz Jaim -que la paz sea con él- nos dice que hoy en día hay
un pasatiempo muy de moda, que es el “análisis financiero de
sillón” el cual es un foro para lashón hará. Esto sucede
cuando se hacen conjeturas respecto a la posición económica de una
persona. El sujeto de quien se hable puede ser cualquier persona,
vecino, familiar, el millonario de la Ciudad, etc., en estas
discuciones, no existe propósito constructivo, están prohibidas
porque pueden causar mucho daño. Esto es así, porque las personas
que escuchan que cierta persona esta en bancarrota o endeudada, se
pueden asustar y ya no hacer negocios con ella e inclusive se pueden
negar a prestarle dinero.
El Jafetz Jaim de bendita memoria nos dice que si esta información
es para tomar una decisión prudente de algunos de sus socios sobre
cierto negocio, es permisible proporcionarle la información, si y
solo si se cumplen siete condiciones que en otro apartado más
adelante el Jafetz Jaim nos dará.
Otro de los puntos importantes a mencionar son las “declaraciones
relativas”. Cuando se hacen ciertas afirmaciones estas pueden ser
lashón hará cuando se habla de cierta persona y una alabanza
cuando se habla de otra. Por ejemplo: Un individuo da $100.00 de tzedaká, de entrada sabemos que la acción es buena; sin
embargo, esto cambia si el individuo es una persona muy rica, alguien
podría decir que tiene mucho dinero y que pudo haber sido más
generoso, en este caso la información se considera lashón hará,
mientras que si el individuo es una persona pobre, alguien podría
decir que es logiable lo que hizo (ya que saben que tal persona tiene
necesidad), en este caso tal información es una alabanza. Lo mismo
sucederia si se hablará sobre el estudio de Torá de una
persona, si se dice que estudia 2 horas al día, y la persona es un estudiante
de Torá esto sería lashón hará, mientras que si se tratará
de un hombre de negocios muy ocupado, sería una alabanza.
En conclusión, el Jafetz Jaim nos advierte que no hay excusas para
hablar derogatoriamente de persona alguna, aunque se diga que: “¡No
me importaría que dijeran eso de mí!” (haciendo referencia sobre
la tzedaká del rico), tal razonamiento carece de lógica. Por
lo tanto, es importante tener en cuenta que toda persona tiene
diferentes expectativas de cada persona, de tal manera que lo que
puede ser un cumplido para algunas personas, para otras puede ser
algo despectivo.
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