viernes, 22 de noviembre de 2013

20 KISLEV

Leyes de Lashón Hará 10.4:

En este segmento el Jafetz Jaim -que la paz sea con él- nos enseña que esta prohibido exponer una transgresión, incluso para un propósito constructivo, a la gente que frecuentemente comete la misma transgresión y no ve nada malo en ello. La razón es obvia. Muy probablemente estarán de acuerdo con el malhechor, y pueden reportarle lo que fue dicho acerca de él y al hacerlo serían culpables de rejilut. Esto podría provocar una riña a gran escala e incluso que un judío o no judío delate a otro, si estas personas son de baja moral.

El Jafetz Jaim -que su memoria sea de bendición- también se enfoca en una situación donde uno se apresura a ayudar a un pariente cercano, es importante que en esta situación los siete requerimientos de toélet se cumplan, ya que si no se cumplen, no importa si tu padre te pide que te involucres en el asunto, lo tienes absolutamente prohibido. Aquí muchos tropiezan, ya que si escuchan que un miembro de la familia esta involucrado en una disputa, corren a defenderlo sin verificar la verdad de los reclamos o de la situación. Inmediatamente declaran la guerra, pensando que es una mitzvá. Con esta pautas se puede identificar el origen de muchas disputas: 1. Alguien toma parte en una disputa sin cuestionárselo, usualmente por lealtad a un amigo cercano o familiar; 2. Su enojo esta alimentado por la indignación de que el amigo o familiar fue agraviado; 3. No cumple las condiciones de lashón hará letoélet.

Siguiendo la leyes de 'toélet' fielmente, eliminaremos las disputas innecesarias y el odio infundado que se deriva de ellas.

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