Leyes
de Rejilut 5.5:
En este segmento el Jafetz Jaim
de bendita memoria nos habla de una practica muy común, la cual
consiste en saber lo que los demás piensan de nosotros, este deseo
con frecuencia esta profundamente arraigado. Puede empezar en la
niñez, desarrollarse en el adolescente acomplejado y para algunos
puede acompañarles por el resto de sus vidas. Cualquiera que sea el
contexto el Jafetz Jaim -con él sea la paz- nos dice que una persona
que pregunta qué están pensando o diciendo de él es culpable de
pedirle a alguien que hable rejilut.
Escribe al respecto: “Que
insensatos son aquéllos que siempre buscan saber lo que otros están
diciendo de ellos aun si el saberlo no tendrá ningún efecto en su
futuro. Cuando la gente no quiere revelar esta información, los
presiona intensamente hasta que finalmente lo revelan. La persona que
quería la información la acepta con todos sus detalles
derogatorios, como una verdad, y tanto él como el sujeto se vuelven
enemigos acérrimos. Si enumeráramos todos los riesgos y
transgresiones en los que ésta persona se ha involucrado, sería un
número muy grande. Aquel que presiona a su amigo a hablar rejilut,
para escuchar y aceptar la información es un pecador que causa a
otros pecar. Por lo tanto, uno debe permanecer lejos, muy lejos de
semejante conducta y no buscar esta información a menos que esté
seguro que necesita conocerla para propósitos futuros a fin de
protegerse a sí mismo de los planes de esa persona”.
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